Para la toma de posesión de Javier Milei, presidente electo de Argentina, fueron excluidos los siguientes presidentes: Daniel Ortega, de Nicaragua; Miguel Díaz-Canel, de Cuba; Nicolás Maduro, de Venezuela, y Ebrahim Raisi, de Irán.


La decisión de excluir a estos presidentes fue tomada por el equipo de transición de Milei, que argumentó que estos líderes representan regímenes autoritarios que violan los derechos humanos.

En el caso de Ortega, Díaz-Canel y Maduro, estos líderes han sido acusados de reprimir a la oposición política, perseguir a los disidentes y violar los derechos humanos de la población. En el caso de Raisi, este líder es acusado de ser responsable de la ejecución de miles de personas durante su mandato como jefe del poder judicial iraní.

La decisión de excluir a estos presidentes ha sido criticada por algunos, que consideran que es una medida innecesaria y que puede dañar las relaciones internacionales de Argentina. Otros, sin embargo, la han apoyado, argumentando que es una señal de que Milei está comprometido con la defensa de los derechos humanos y la democracia.

En concreto, la invitación a los presidentes excluidos fue enviada por el Gobierno de Alberto Fernández, que estaba en funciones hasta la toma de posesión de Milei. El equipo de transición de Milei decidió no responder a esta invitación, lo que se interpretó como una decisión de excluir a estos líderes.

La decisión de excluir a estos presidentes ha generado polémica en Argentina y en el extranjero. Es una decisión que refleja las diferencias ideológicas entre Milei y los presidentes excluidos, pero también puede tener un impacto negativo en las relaciones internacionales de Argentina.